Festejamos el cumpleaños número 200 de nuestro Papá Don Bosco. El patio se viste de alegría, color, pero por sobre todo de niños y jóvenes, que buscan al Cristo vivo al mejor estilo salesiano.
Celebramos el amor de un padre que entregó su vida a los más necesitados, que abrazo a los jóvenes desesperanzados con la alegría y el trabajo, acercándolos a Jesús Buen Pastor.
Festejar 200 años más depende de nosotros, de nuestra entrega, de enseñar y aprender con amor, con mansedumbre, de la mano de María Aluxiliadora, ¡Siempre Alegres!
Participaron alumnos y personal educativo del Colegio Tulio García Fernández.