Saludo de Buenos Días del Rector Mayor nº 1006
¡UN TESTIMONIO SOBRECOGEDOR…!
Mis queridos amigos y amigas. Buenos Días.
Me van a permitir que mi saludo de hoy tenga todo que ver con la liberación de nuestro hermano salesiano después de 18 meses, y mi primer encuentro con él.
Me encontré con un hombre que ha sufrido, que ha perdido 30 kilos en este tiempo, que ha vivido sin poder moverse de un sitio ni caminar nada…
Pero me encontré con un HOMBRE DE FE, que tiene una lucidez sorprendente, una serenidad inquebrantable, y una PAZ INTERIOR que te deja encogido el corazón.
Nuestro hermano Thom me decía que ha vivido con mucha paz, que cada día daba gracias a Dios por el día que había vivido y le ofrecía el día siguiente por si fuese el último. Y lo vivía CON UNA GRAN PAZ.
Ofrecía al Señor todo lo que estaba viviendo recordando a sus seres queridos, a los hermanos salesianos, a la familia salesiana, a tantas religiosas que pensaba -como así era- que estaban rezando por él, y lo ofrecía por los muchachos, las muchachas y los más pobres.
Oraba y bendecía todos los días a sus raptores. Y todos los días, -me decía- ‘celebraba¡ en mi oración y corazón la Eucaristía, y la recitaba, aunque no tenía el pan y el vino para la Consagración.
…Y mucho más.
Y pensaba que esto, TODO ESTA PAZ Y FUERZA ESPIRITUAL INTERIOR, sólo es posible SI ESTÁS LLENO DE LA PRESENCIA DE DIOS.
Él, Father Thom lo sabe bien.
Un verdadero testimonio para quien lo sepa leer de ese modo.
Que el Buen Dios les bendiga.
Con afecto. Ángel. R.M.