DIFÍCIL RECOGER LO QUE NO SE HA SEMBRADO…

Saludo de Buenos Días n.º 863 del Rector Mayor.

DIFÍCIL RECOGER LO QUE NO SE HA SEMBRADO…

Buenos días mis amigos y amigas.
Leí esta frase que les ofrezco hoy: “El mundo está lleno de gente que quiere recoger frutos de árboles que nunca sembraron”.

Y me dije: ¡Qué cierto es!
Me imagino que coincidiremos en que en nuestro entorno, sea cual sea el país, la ciudad, el espacio físico por el cual transita nuestra vida, siempre encontramos gente que quiere aprovecharse de las situaciones, gente que quiere sacar utilidad, personas que no tienen escrúpulos en apropiarse de lo que no es suyo, o de perjudicar a otros con tal de sacar algún beneficio. Lo sabemos. No es algo nuevo en la conducta humana…

Pero yo quiero profundizar un poco más y referirme a esos frutos que no son superficiales, esos que no se pueden ‘robar’, sino que se dan en los jardines de la vida, en esos lugares que son nuestra convivencia, nuestros vínculos, nuestras relaciones y afectos, nuestras amistades, las esperanzas con los hijos, los sueños para el mañana en aquellos a quienes Amas o a quienes sencillamente deseas el bien. Y aquí… no hay atajos ni uno se puede aprovechar de la bondad de otros. Nada se puede robar. Sencillamente, en estos árboles de la vida es muy difícil recoger frutos si antes no se han plantado, o sembrado.

Y bien sabemos que es así. Por eso, no debemos desesperanzarnos en todo aquello profundo e importante de nuestras vidas que no siempre va como quisiéramos. Nos corresponder sembrar: en el Amor, en la vida familiar, en la pareja, en las relaciones familiares, en la educación, en el iniciar en la fe… No sabemos cuándo aparecerán los frutos, PERO SI HEMOS SEMBRADO, APARECEN, antes o después.
Sean felices.

Con afecto.

Ángel. R.M.

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