Saludo de Buenos Días n.º 736
¡MIRAR CON LOS OJOS DEL CORAZÓN…!
Estoy convencido de que los ojos del corazón existen. Es más, estoy seguro de que todos ustedes, mis amigos y amigas que hoy me leerán, tienen esta misma experiencia y convicción en la vida.
A diario recibimos miles y miles de ‘fotografías oculares’. Es decir vemos todo lo que nos sucede en cada momento con nuestros ojos, maravilloso don de Dios que es la vista. Pero sabemos que MIRAR en profundidad no depende de la visión del os ojos.
Las auténticas miradas, las que llegan a lo profundo de la realidad, de la vida, de las relaciones, de las emociones, del conocimiento de las personas, de los afectos, todo, en definitiva todo lo maś vital y esencial pasa, o debería pasar -para asegurar más nuestra felicidad- A TRAVES DE LOS OJOS DEL CORAZÓN.
Lo que sucede es que quizá tantas veces no ejercitamos esta mirada, porque requiere profundidad en el mirar, y tener el corazón dispuesto, y mirar desde dentro y hacia adentro.
Siempre me ha impresionado como Jesús de Nazaret, el Señor, miraba a lo profundo de cada persona. Es, creo, EL ENCUENTRO MÁS BELLO QUE SE PUEDE DAR EN EL SER HUMANO. El que nace del conocimiento profundo.
Y sabemos bien que las palabras pueden encerrar en sí mismas, muchas veces, falsedad, mentira, o vanalidad. PERO LOS OJOS DIFÍCILMENTE MIENTEN. Y es que, lo sabemos, “lo esencial es invisible a los ojos, pero visible al corazón”.
Esta es mi sugerencia de hoy. QUE MIREMOS EN TODO LO POSIBLE, A TODO Y A TODOS CON LOS OJOS DEL CORAZÓN. Veremos como la visión es muy otra, y más bella.
Sean muy felices.
Con afecto. Ángel. R.M.
Fuente