El 13 de noviembre la Familia Salesiana conmemora al Beato Artémide Zatti, hermano salesiano (coadjutor) que dedicó su vida a la atención de los enfermos en Argentina. En una ocasión el P. Bergoglio, hoy Papa Francisco, le pidió al Beato que intercediera en el cielo por una gracia para los jesuitas y se le concedió.
Artémide Zatti nació en Boretto, Italia, en 1880 y en una familia granjera. A los nueve años ya trabajaba para ayudar en casa. Obligados por la pobreza, los Zatti emigraron a Argentina para iniciar una nueva vida.
El pequeño Artémide empezó a frecuentar una parroquia salesiana y nació su inquietud de ingresar a la Congregación fundada por San Juan Bosco. Más adelante fue aceptado como aspirante salesiano y al cumplir veinte años se integró a la Comunidad en Bernal.
Como salesiano coadjutor, se le confió el cuidado de un joven sacerdote enfermo de tuberculosis y contrajo la enfermedad. Estando en el hospital de la misión salesiana en Viedma, Artémide prometió a la Virgen María Auxiliadora que si se curaba, dedicaría su vida al cuidado de los enfermos. Sus plegarias fueron escuchadas.