Festejamos a la Patria y a nuestra Madre Auxiliadora

El lunes 23 de mayo los alumnos del Colegio gritaron Viva la Patria en conmemoración del 25 de mayo de 1810 y Viva María Auxiliadora en honor a nuestra Madre del Cielo.

25 DE MAYO
Los alumnos de Nivel Inicial de la sala Roja de 5 años, representaron en escenas las distintas costumbres y actividades de la época colonial.  Pescadores y lavanderas, cocineros y jugadores de taba y naipes, y vendedores ambulantes con sus pregones. No faltaron los Caballeros que bailaron un Minue y las negras y negros con sus tambores un Candombe. Los niños de época participaron con sus juegos tradicionales, que hasta hoy sigue vigentes.

MARÍA AUXILIADORA
También celebramos a nuestra Madre María Auxiliadora y para homenajearla los alumnos de Cuarto grado escenificaron el Sueño de Don Bosco de las Dos Columnas, en una estaba la Eucaristía y en la otra columna, María Auxiliadora. Del sueño se reflexiona: «La Iglesia deberá pasar tiempos críticos y sufrir graves daños, pero al fin el Cielo mismo intervendrá para salvarla. Después vendrá la paz y habrá en la Iglesia un nuevo y vigoroso florecimiento».

¡VIVA MARÍA AUXILIADORA!

 

 

 

DESCARGÁ LOS CANCIONEROS DE MARÍA AUXILIADORA

Descargá en tu celular los cancioneros para cantar en la Procesión y Misa de María Auxiliadora.

El canto es importante para rezar y acompañar a nuestra Madre.

Recordá que el celular en esta oportunidad se utilizará para presentar las letras de las canciones. No interrumpas tu rezo con las redes sociales y aplicaciones.

Por favor silenciá tu equipo móvil para no interrumpir el rezo de tus acompañantes.

¡VIVA MARÍA AUXILIADORA!

DESCARGAS
Cancionero PROCESIÓN 2016

MISA María Auxiliadora 2016

24 DE MAYO PROCESIÓN Y MISA DE MADRE MARÍA AUXILIADORA

El martes 24 de mayo a las caminaremos con María Auxiliadora por las calles de Tucuman.

La procesión tiene dos puntos de partida. A las 18 horas inicia desde el Centro Don Bosco (Pasaje Felix Frías 555) con los jóvenes. Luego se encuentra con el resto de la comunidad a las 18.45 horas en el Colegio María Auxiliadora (Suipacha y San Martín). Desde allí, con cantos, oración y clima de fiesta nos dirigiremos hacia la Iglesia María Auxiliadora (Gral Paz y Chacabuco), en dónde se celebrará la Santa Misa.

Invitá a tu familia y amigos a participar de la hermosa y emotiva fiesta de María Auxiliadora.

«DE LA MANO DE MARÍA A CRISTO EUCARISTÍA»

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PREPARATE PARA EL GRAN LOCRO CENTENARIO

El domingo 29 de mayo se realizará el tradicional Locro bajo el lema: «100 años para los Jóvenes, con Cristo, como Don Bosco».

El Consejo de Obra y La Unión de Padres de Familia del Colegio nos invita a participar de este gran evento comunitario.

En el año del Centenario de la Obra Salesiana General Belgrano, festejaremos con un almuerzo distinto, con sorteos y artistas que prolongarán la sobre mesa dominical a un ritmo festivo y sabor Salesiano.

Tu participación y asistencia con tu familia es muy importante, debido a que los fondos recaudados será utilizados para ayudar la construcción del nuevo edificio del Nivel Inicial sobre calle Ayacucho.

Recordá que hasta el día viernes 20 de mayo, podés devolver las tarjetas en la administración del colegio, o podés comprar tarjetas adicionales. Después de esa fecha, no se venderán tarjetas. Esta fecha límite tiene como fin poder conocer la cantidad de participantes para prever adecuadamente todo lo necesario para que sea una gran fiesta Familiar.

¡FESTEJAMOS LOS 100 AÑOS EN FAMILIA!

 

NOS PREPARAMOS PARA EL CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

¿Qué es un Congreso Eucarístico?
Es un regalo de Dios, un momento de gracia, donde celebramos la fe en torno a Jesús Eucaristía.

La Iglesia como Pueblo de Dios celebra a Jesús Eucaristía desde hace veinte siglos, “desde la salida del sol hasta su ocaso”, en sus templos, y de un modo más manifiesto, en las plazas y calles de nuestras ciudades, para gozo de las multitudes creyentes y para sostén de su esperanza en el diario caminar de la vida.

Una de esas circunstancias en un Congreso Eucarístico. En esta ocasión es muy significativo para la Argentina porque celebraremos el bicentenario de nuestra Independencia declarada en Tucumán, junto a una Iglesia viva y presente, comprometida con la historia de la Patria.

¿Quién convoca un Congreso Eucarístico?
Lo convoca Jesús por medio de los pastores. En esta oportunidad, a través de la Conferencia Episcopal Argentina. Para tratar el tema “Jesucristo, Pan de Vida y Comunión para nuestro Pueblo”, y bajo el lema “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”.

¿Quiénes participan?
Todos estamos convocados, aun aquellos que están alejados y que no conocen todavía a Jesús, a compartir la fe recibida y el milagro de la presencia de Dios en la Eucaristía.

¿Cuál es el fin?
Reconocer a Jesús en la Eucaristía, para adorarlo, celebrarlo y renovar nuestro compromiso de anunciarlo y testimoniarlo, en el hoy de nuestra Patria, de manera personal y comunitaria. Su sentido más profundo es glorificar a Cristo.

Resonancias del Segundo Capítulo Inspectorial

Desde el lunes 2 al viernes 6 de mayo se llevó a cabo el Segundo Capítulo Inspectorial de Argentina Norte en Cabana, Córdoba.

¿Qué es un Capítulo Inspectorial?
Las Constituciones de la Sociedad de San Francisco de Sales (Salesianos de Don Bosco) que recoge la Identidad Carismática y Religiosa de la Congregación regula ciertas actividades que deben realizarse periódicamente, entre las que se encuentra el Capítulo Inspectorial.
En efecto, los artículos 170 y 171 de estas Constituciones establecen la naturaleza y las competencias del Capítulo Inspectorial.

El capítulo inspectorial es la reunión fraterna donde las comunidades locales refuerzan su sentido de pertenencia a la comunidad inspectorial, mediante la solicitud común por los problemas generales. Es, asimismo, la asamblea representativa de los hermanos y de las comunidades-locales.

Toma decisiones sobre cuanto se refiere a la inspectoría, exceptuada la competencia que las Constituciones y los Reglamentos generales asignan a otros órganos de gobierno.

Las determinaciones del capítulo inspectorial tendrán fuerza obligatoria, cuando las apruebe el Rector Mayor con el consentimiento de su Consejo, salvo lo prescrito en el artículo 171,5 de las Constituciones.

Compete al capítulo inspectorial:
– Establecer cuanto se refiere a la buena marcha de la inspectoría;
– Buscar los medios adecuados para promover la vida religiosa y pastoral de la comunidad inspectorial;
– Estudiar y revisar la actuación concreta de las decisiones del Capítulo General;
– Hacer y revisar el directorio inspectorial, en el ámbito de las competencias asignadas a dicho nivel;
– Elegir a uno o dos delegados para el Capítulo General y sus suplentes, según se indica en los Reglamentos generales. (R 167.190)

RESONANCIAS DEL SEGUNDO CAPÍTULO INSPECTORIAL 2016
Algunos jóvenes salesianos, del Posnoviciado y del Teologado, acompañan el desarrollo del capítulo con tareas auxiliares. En un momento de pausa y ya en el tercer día del Capítulo, les preguntamos por dos cosas que más les estén llamando la atención dentro de esta experiencia. Estas son sus respuestas:

Richard Godoy:
Me impacta ver la cercanía que hay entre los hermanos y, por otro lado, la seriedad con que afrontan los temas.

Julian Arroyo:
El espíritu de familia. Se nota que es encuentro de hermanos.
Hay un deseo sincero de crecer en coherencia en todos los aspectos de la vida.

Alejandro Jorrat:
Es evidente el deseo de hacer opciones de fondo respecto a lo que somos y aportamos. No sólo en lo que hace a cada uno sino mirando a la globalidad de la inspectoría, a cómo entre todos testimoniamos a Don Bosco.
A la vez es natural percibir algo de temor, de aferrarse a seguridades, pero lo que más pesa es la invitación a jugarse.
¡Y una tercera cosa! … fuimos antes ACO y ARO, pero cada vez crece más la identidad como una sola inspectoría.

Otto Kalenberg:
Una cantidad importante de salesianos muy jóvenes, muy empeñados cada uno en su obra.
Lo veo como una linda oportunidad para conocer más a la inspectoría.

Juan Gani:
Impresiona cómo en grandes temas hay una notable convergencia, más allá de algunas diferencias entendibles pero que no son de peso.
Es notorio en las intervenciones de los hermanos cómo se tiene interiorizado lo del CG 27, lo del capítulo Inspectorial anterior, los aportes enviados por las comunidades.

Firma: ECSI ARN

Fuente: http://donbosconorte.org.ar/2016/05/03/primeras-imagenes-del-capitulo-inspectorial-en-cordoba/

Mayo celebra a Santos Salesianos

Mayo es un mes significativamente importante para la Obra de Don Bosco. El 6 es el día de Domingo Savio, el 11 recordamos el fallecimiento de Ceferino Namuncurá, el 13 celebramos a María Mazzarello, co-fundadora con Don Bosco del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, y el 24 es el día de María Auxiliadora, patrona de toda la Obra Salesiana.

Todos estos acontecimientos se entrelazan: en Domingo Savio y en Ceferino vemos el resultado de las preocupaciones educativas de Don Bosco. María Mazzarello es expresión de todos aquellos que quieren trabajar junto con Don Bosco en la educación de los niños y niñas que más necesitan. Y María Auxiliadora es la que orienta la misión: “debes ocuparte de ellos”.

Don Bosco nos convidó una santidad original, hecha de sencillez y simpatía. Una santidad que nos invita a ser humildes, buenos, sencillos y cercanos. Maneras que adoptaron Domingo, Ceferino y María Mazzarello.

Don Bosco decía que “es voluntad de Dios que todos seamos santos; es muy fácil conseguirlo; a los santos les está preparado un gran premio en el cielo”.

Hoy, tras las huellas de Don Bosco y siguiendo estos ejemplos, como Familia Salesiana trabajamos para acompañar a los jóvenes en el camino de la santidad, en donde ellos puedan desarrollar todas sus capacidades, vivan haciendo el bien a todos y el mal a nadie y sean auténticos “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.

Fuente: http://www.obradedonbosco.org.ar/santidad-en-la-familia-salesiana/

Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo

El sábado 8 de mayo de 2016 se celebró la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (CS). La elección del tema de este año fue: “Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo”, determinada por la celebración del Jubileo Extraordinario de la Misericordia y, sin duda, el Santo Padre ha querido que fuese una ocasión propicia para reflexionar sobre la sinergia profunda entre comunicación y misericordia.

Texto completo del Mensaje del Papa para la 50ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2016:
“Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo”

Queridos hermanos y hermanas,
El Año Santo de la Misericordia nos invita a reflexionar sobre la relación entre la comunicación y la misericordia. En efecto, la Iglesia, unida a Cristo, encarnación viva de Dios Misericordioso, está llamada a vivir la misericordia como rasgo distintivo de todo su ser y actuar. Lo que decimos y cómo lo decimos, cada palabra y cada gesto debería expresar la compasión, la ternura y el perdón de Dios para con todos. El amor, por su naturaleza, es comunicación, lleva a la apertura, no al aislamiento. Y si nuestro corazón y nuestros gestos están animados por la caridad, por el amor divino, nuestra comunicación será portadora de la fuerza de Dios.

Como hijos de Dios estamos llamados a comunicar con todos, sin exclusión. En particular, es característico del lenguaje y de las acciones de la Iglesia transmitir misericordia, para tocar el corazón de las personas y sostenerlas en el camino hacia la plenitud de la vida, que Jesucristo, enviado por el Padre, ha venido a traer a todos. Se trata de acoger en nosotros y de difundir a nuestro alrededor el calor de la Iglesia Madre, de modo que Jesús sea conocido y amado, ese calor que da contenido a las palabras de la fe y que enciende, en la predicación y en el testimonio, la «chispa» que los hace vivos.

La comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión, enriqueciendo de este modo la sociedad. Es hermoso ver personas que se afanan en elegir con cuidado las palabras y los gestos para superar las incomprensiones, curar la memoria herida y construir paz y armonía. Las palabras pueden construir puentes entre las personas, las familias, los grupos sociales y los pueblos. Y esto es posible tanto en el mundo físico como en el digital. Por tanto, que las palabras y las acciones sean apropiadas para ayudarnos a salir de los círculos viciosos de las condenas y las venganzas, que siguen enmarañando a individuos y naciones, y que llevan a expresarse con mensajes de odio. La palabra del cristiano, sin embargo, se propone hacer crecer la comunión e, incluso cuando debe condenar con firmeza el mal, trata de no romper nunca la relación y la comunicación.

Quisiera, por tanto, invitar a las personas de buena voluntad a descubrir el poder de la misericordia de sanar las relaciones dañadas y de volver a llevar paz y armonía a las familias y a las comunidades. Todos sabemos en qué modo las viejas heridas y los resentimientos que arrastramos pueden atrapar a las personas e impedirles comunicarse y reconciliarse. Esto vale también para las relaciones entre los pueblos. En todos estos casos la misericordia es capaz de activar un nuevo modo de hablar y dialogar, como tan elocuentemente expresó Shakespeare: «La misericordia no es obligatoria, cae como la dulce lluvia del cielo sobre la tierra que está bajo ella. Es una doble bendición: bendice al que la concede y al que la recibe» (El mercader de Venecia, Acto IV, Escena I).

Es deseable que también el lenguaje de la política y de la diplomacia se deje inspirar por la misericordia, que nunca da nada por perdido. Hago un llamamiento sobre todo a cuantos tienen responsabilidades institucionales, políticas y de formar la opinión pública, a que estén siempre atentos al modo de expresase cuando se refieren a quien piensa o actúa de forma distinta, o a quienes han cometido errores. Es fácil ceder a la tentación de aprovechar estas situaciones y alimentar de ese modo las llamas de la desconfianza, del miedo, del odio. Se necesita, sin embargo, valentía para orientar a las personas hacia procesos de reconciliación. Y es precisamente esa audacia positiva y creativa la que ofrece verdaderas soluciones a antiguos conflictos así como la oportunidad de realizar una paz duradera. «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. […] Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,7.9).

Cómo desearía que nuestro modo de comunicar, y también nuestro servicio de pastores de la Iglesia, nunca expresara el orgullo soberbio del triunfo sobre el enemigo, ni humillara a quienes la mentalidad del mundo considera perdedores y material de desecho. La misericordia puede ayudar a mitigar las adversidades de la vida y a ofrecer calor a quienes han conocido sólo la frialdad del juicio. Que el estilo de nuestra comunicación sea tal, que supere la lógica que separa netamente los pecadores de los justos. Nosotros podemos y debemos juzgar situaciones de pecado – violencia, corrupción, explotación, etc. –, pero no podemos juzgar a las personas, porque sólo Dios puede leer en profundidad sus corazones. Nuestra tarea es amonestar a quien se equivoca, denunciando la maldad y la injusticia de ciertos comportamientos, con el fin de liberar a las víctimas y de levantar al caído. El evangelio de Juan nos recuerda que «la verdad os hará libres» (Jn 8,32). Esta verdad es, en definitiva, Cristo mismo, cuya dulce misericordia es el modelo para nuestro modo de anunciar la verdad y condenar la injusticia. Nuestra primordial tarea es afirmar la verdad con amor (cf. Ef 4,15). Sólo palabras pronunciadas con amor y acompañadas de mansedumbre y misericordia tocan los corazones de quienes somos pecadores. Palabras y gestos duros y moralistas corren el riesgo hundir más a quienes querríamos conducir a la conversión y a la libertad, reforzando su sentido de negación y de defensa.
Algunos piensan que una visión de la sociedad enraizada en la misericordia es injustificadamente idealista o excesivamente indulgente. Pero probemos a reflexionar sobre nuestras primeras experiencias de relación en el seno de la familia. Los padres nos han amado y apreciado más por lo que somos que por nuestras capacidades y nuestros éxitos. Los padres quieren naturalmente lo mejor para sus propios hijos, pero su amor nunca está condicionado por el alcance de los objetivos. La casa paterna es el lugar donde siempre eres acogido (cf. Lc 15,11-32). Quisiera alentar a todos a pensar en la sociedad humana, no como un espacio en el que los extraños compiten y buscan prevalecer, sino más bien como una casa o una familia, donde la puerta está siempre abierta y en la que sus miembros se acogen mutuamente.

Para esto es fundamental escuchar. Comunicar significa compartir, y para compartir se necesita escuchar, acoger. Escuchar es mucho más que oír. Oír hace referencia al ámbito de la información; escuchar, sin embargo, evoca la comunicación, y necesita cercanía. La escucha nos permite asumir la actitud justa, dejando atrás la tranquila condición de espectadores, usuarios, consumidores. Escuchar significa también ser capaces de compartir preguntas y dudas, de recorrer un camino al lado del otro, de liberarse de cualquier presunción de omnipotencia y de poner humildemente las propias capacidades y los propios dones al servicio del bien común.

Escuchar nunca es fácil. A veces es más cómodo fingir ser sordos. Escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro. En la escucha se origina una especie de martirio, un sacrificio de sí mismo en el que se renueva el gesto realizado por Moisés ante la zarza ardiente: quitarse las sandalias en el «terreno sagrado» del encuentro con el otro que me habla (cf. Ex 3,5). Saber escuchar es una gracia inmensa, es un don que se ha de pedir para poder después ejercitarse practicándolo.

También los correos electrónicos, los mensajes de texto, las redes sociales, los foros pueden ser formas de comunicación plenamente humanas. No es la tecnología la que determina si la comunicación es auténtica o no, sino el corazón del hombre y su capacidad para usar bien los medios a su disposición. Las redes sociales son capaces de favorecer las relaciones y de promover el bien de la sociedad, pero también pueden conducir a una ulterior polarización y división entre las personas y los grupos. El entorno digital es una plaza, un lugar de encuentro, donde se puede acariciar o herir, tener una provechosa discusión o un linchamiento moral. Pido que el Año Jubilar vivido en la misericordia «nos haga más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación» (Misericordiae vultus, 23). También en red se construye una verdadera ciudadanía. El acceso a las redes digitales lleva consigo una responsabilidad por el otro, que no vemos pero que es real, tiene una dignidad que debe ser respetada. La red puede ser bien utilizada para hacer crecer una sociedad sana y abierta a la puesta en común.

La comunicación, sus lugares y sus instrumentos han traído consigo un alargamiento de los horizontes para muchas personas. Esto es un don de Dios, y es también una gran responsabilidad. Me gusta definir este poder de la comunicación como «proximidad». El encuentro entre la comunicación y la misericordia es fecundo en la medida en que genera una proximidad que se hace cargo, consuela, cura, acompaña y celebra. En un mundo dividido, fragmentado, polarizado, comunicar con misericordia significa contribuir a la buena, libre y solidaria cercanía entre los hijos de Dios y los hermanos en humanidad.

Fuente: http://www.donbosco.org.ar/recursos_detalle.php?codigo=2615