En el Lunes Santo cada grado del Colegio Belgrano acompañó a Jesús en su camino a la Cruz. Los niños pusieron sus intenciones a los pies de la cruz.
Los alumnos del primario salesiano, rezaron el Via Crucis en el templo y en el patio del colegio. Recordaron el sufrimiento de Jesús en su camino a la crucificción. Docentes y niños reflexionaron en este tiempo de preparación para la Pascua.
AÑO DE LA MISERICORDIA
El Viernes Santo, dedicado a celebrar la pasión del Señor, es el día por excelencia de la “adoración de la santa cruz”. Sin embargo, la piedad popular anticipa la veneración cultual de la cruz, verdadero ícono de la misericordia del Padre y punto especial de referencia en este Año Santo. A lo largo de todo el tiempo de la Cuaresma, el viernes, que según una antiquísima tradición de la Iglesia, es el día conmemorativo de la pasión de Cristo, los fieles dirigen su piedad al misterio de la cruz. Contemplando al Salvador crucificado comprenden mejor el significado del dolor inmenso e injusto de Jesús, el santo y el inocente, padeció por la salvación del hombre, y captan el valor de su amor solidario y a eficacia de su sacrificio redentor.
En este Año Jubilar, en el ejercicio piadoso del Viacrucis, expresión popular del amor del Padre, que se revela en el sacrificio del Hijo por amor a la humanidad, confluyen diversas expresiones características de la espiritualidad cristiana: la concepción de la vida como camino o peregrinación; como paso a través del misterio de la cruz, del exilio en la tierra a la patria del cielo; del deseo de conformarse profundamente a la pasión de Cristo; las exigencias de la sequela Christi, según la cual el discípulo debe caminar tras el Maestro llevando a diario su propia cruz (cf. Lc 9,23).
La etimología de misericordia procede del latín misere (miseria, necesidad) y cor/cordis (corazón) y se identifica con tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad. Asumiendo la invitación del Papa Francisco sobre las obras de misericordia corporales y espirituales con motivo del Jubileo:
«Será un modo de despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y de entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.» (MV 15)