Saludo de Buenos Días n.º 969 del Rector Mayor.
Buenos días mis amigos y amigas.
Tengan un hermoso día y un buen inicio de semana.
Dice un proverbio del pueblo Chôdrôn lo siguiente:
“NADA SE VA HASTA QUE HAYAMOS APRENDIDO LO QUE NECESITÁBAMOS SABER”
Y cuando lo leí, mi pensamiento voló rápidamente a las propias experiencias de vida en las que he ido aprendiendo como viene la vida, a veces con dificultades que, aparentemente, yo jamás habría elegido.
Y pienso que esto es algo que, de un modo u otro, nos sucede a todos. La vida nos enseña. En la vida aprendemos. Las relaciones humanas nos enseñan tanto, nos dejan tanto, nos dan tanto, y a veces nos descolocan.
Todos hemos vivido o vivimos realidades que han tardado en irse… Y cuando se han ido, cuando se han acabado… nos han dejado lecciones y experiencia de vida.
Qué importante me parece que sepamos aprovechar esta dinámica de la vida. Qué importante me parece que sepamos aprender, saber leer lo que la vida nos enseña. Qué rico encuentro seguir llenando nuestro corazón y nuestra vida de experiencias humanas -por más que algunas contengan dolor-. En definitiva, me parece, que así, poco a poco, LA VIDA NOS VA FORJANDO, NOS VA HACIENDO MÁS FUERTES Y RESISTENTES…. ¡que no tiene nada que ver con HACERNOS MÁS DUROS!
Bueno, sólo esto. Es mi sencilla reflexión.
¿Qué piensan sobre lo que nos enseña la vida?
Sean felices y que el Buen Dios les bendiga.
Con afecto.
Ángel. R.M.